¿Nuevo año, nuevo comienzo?

Otro año más que se va para no volver, un 2013 lleno de experiencias, de personas, de discusiones, de besos, de caricias, de lágrimas, de sonrisas... un año completo de sensaciones que se contradicen. A sido un año duro, no voy a mentir, han pasado cosas que ni me las hubiese imaginado, he conocido personas geniales, y he perdido a personas importantes, hay cosas que han cambiado para siempre en este año, hay momentos que reviviría mil veces y otros que los pasaría a toda velocidad. No sé por dónde empezar, lo lógico sería por el principio, pero es principio no es especial, en el principio me hundí, el principio no fue nada bueno, me marcó de tal manera que convirtió este año en uno de los más duros, pero no todo a sido malo, claro que no, este año conocí a una persona impresionante, una persona que vio en mí cosas que ni yo misma sabía que tenía, una persona a la que quiero y me quiere. Por ello este año no quiero brindar por las cosas buenas, las cosas buenas hay que vivirlas, cuidarlas, quererlas, apreciarlas... pero nunca dejarlo pasar. En cambio, sí que quiero brindar por todas esas cosas no tan buenas que a traído este año, para que así se queden en el 2013 y no pasen al siguiente, así que lo dicho:
 Brindemos por todas aquellas promesas que por una cosa u otra acabaron por no cumplirse.
 Brindemos por esas noches largas en las que no hemos podido dormir por la cantidad de cosas que no éramos capaces de sacarnos de la cabeza.
 Brindemos por esos problemas, que parecían que iban a acabar con nosotros y míranos, aquí estamos.
 Brindemos por esas lloreras que nos hemos pegado en la oscuridad de una habitación.
 Brindemos por esa gente que nos ha fallado y que están mejor fuera que dentro.
 Brindemos por las ostias que nos a pegado este año.
 Brindemos por esas mañanas frías de invierno en las que hay que salir de la cama para ir a clase.
 Pero sobretodo brindemos por todos esos problemas nuevos que vendrán y que tendremos que superar.

Feliz 2014

¿Sabes por qué te quiero? No sabía que estaba perdida hasta que tú me encontraste. No sabía lo que era estar sola hasta la primera noche que pasé sin ti en mi cama. Tú eres lo único que he hecho bien. Tú eres lo único que he estado esperando. 
-Jaime McGuire

¿Alguna vez te has parado a pensar en la vida de toda esa gente con la que te cruzas por la calle? No los conoces, cada día te cruzarás con más de cien personas, cien desconocidos, cien historias diferentes. Quizás a esa chavala que viste en el banco fumándose un porro en, le pegan sus padres, puede que esa pareja tan feliz que te dio envidia hayan discutido, tal vez esa mujer que viste apresurada no encuentra la forma de llegar a fin de mes, es posible que a esa chica que viste en manga larga cuando hacían 30º esté ocultando bajo esa tela unos cortes que ella misma se provocó la noche anterior, ¿y ese indigente? ¿qué le habrá pasado para acabar allí? ¿Perdería su trabajo? ¿Vino a este país lleno de ilusión y acabó sin meno de lo que tenía? ¿Y ese chaval al que cuando viste te cambiaste de calle porque te dio miedo? Puede que su vida sea un completo desastre y que solo busque alguien verdadero... cada persona con la que te cruzas es una historia diferente, cada persona habrá pasado por diferentes etapas y problemas a lo largo de su vida, cada persona es un libro que pocos llegan a leer.

Muchas veces me he planteado como sería eso de elegir de quién nos enamoramos ¿Te lo imaginas? No sufrir por un amor no correspondido, ya no tendríamos que estar  preocupados por si está con otra persona o no, no lo pasaríamos mal cuando estuviese en línea y no nos hablase, no tendríamos esa lucha interna de “¿Le hablo? ¿Le molestaré? ¿le pareceré pesada?”, ni tampoco si nos deja en leído y no contesta, no habría celos, ya que si tú eliges haberte enamorado de esa persona, esa persona también habrá elegido haberse enamorado de ti, y al mínimo daño, en vez de sufrir y buscar soluciones, romperíamos esa relación y a otra cosa, tan contentos, sin lágrimas, sin malos recuerdos, sin miradas incómodas… Espera… ¿Te imaginas? A la mínima pelea acabarías con esa relación, no habrían segundas oportunidades, y lo que es peor, no habrían reconciliaciones, al mínimo roce mandaríamos todo a la mierda, no lucharíamos por esa persona, ya que nosotros hemos elegido quererla, y del mismo modo que elegimos querer  a esa persona, también podríamos elegir querer a cualquier otra… también se perderían esos tonteos entes de ninguna relación, esos roces de manos que hacen que se acelere tu corazón, esos besos, torpes, lentos.. que hacen que tu estómago se encoja, esos mensajes a las tantas, esas tardes hablando con tus amigas sobre esa persona, ese miedo a perderla que hace que intentes ser lo mejor para él o ella… sí, es cierto, sufriríamos la mitad si eligiésemos a quién amamos, pero ¿cuantísimas cosas dejaríamos de vivir, de sentir, de hacer… por la misma razón? 

Hablemos de lo mucho que te quiero, hablemos de los momentos que estado a tu lado, hablemos de las palabras, hablemos de la confianza, hablemos de que me conoces como nadie lo hace, hablemos de las lágrimas, de las sonrisas, de los tipos de miradas que tienes, y simplemente hablemos de desde el día que apareciste nada en mi vida ha sido igual. Nunca nadie había influido tanto en mi ánimo como lo haces tú, nunca nadie había influido tanto en mí.

Muchas veces puede que sientas que te fallan las fuerzas, puede que te sientas como en un túnel en el que no ves luz al final, puede que te sientas perdido en la oscuridad, que te sientas débil, sin fuerzas, sin ganas… pero mira hacia atrás, mira todo el camino que has sido capaz de recorrer, mira todas esas veces que creíste no poder seguir y lo conseguiste, conseguiste salir, conseguiste superarlo, conseguiste volver a ser feliz. La vida no es fácil, para nadie, aunque para algunos sea más difícil que para otros, todos tenemos problemas, todos tenemos malas épocas, bajones, flojeras, pero eso no es malo, eso significa que tu vida sigue adelante, que lo que ayer te dolió hoy te ha hecho más fuerte. Y es que la vida no te hace fuerte, la vida te obliga a serlo.

De verdad que siento ser tan difícil, esa es la única palabra que encuentro para definirme, difícil, en cuanto a mi forma de ser, mi manera de pensar, soy difícil de tratar, de querer, de soportar, créeme que sé que lo soy. Quiero dejar de serlo, pero no sé cómo, no sé qué esperas de mí, no sé si soy capaz de dártelo. Tengo miedo de que te canses de mí y te alejes como ya lo han hecho otras personas. No tienes idea de como me destrozaría. Llegaste y en tan poco tiempo te convertiste en alguien tan importante y en cierta forma, indispensable en mi vida, que eso es lo que más miedo me da, perderte, es ese mi mayor miedo.

Vivir es la manera más lenta de morir

La vida es como un virus, un virus que poco a poco va acabando contigo, y tú decides cómo vivirla, puedes seguir las normas, estudiar, trabajar, tener una familia, no beber, no fumar... es decir, vivir ese virus como en un hospital, con la esperanza de vivir más tiempo. Pero también puede vivirla, vivir la vida, hacer lo que quieras, sin importar lo que los demás piensen, sin importar si esta bien o mal, si es saludable o no, vivir el virus en la calle. Y sí, puede que mueras antes, pero si me dan a elegir entre vivir 80 años en un hospital o 50 en la calle, elijo vivir 50 años a mí manera, viviendo la vida antes que 80 haciendo lo que todos hacen.

Muchas veces me he preguntado la razón de las cosas, siempre me habían dicho, desde pequeña, que uno recoge lo que siembra, y yo no entendía el porqué de que si yo quería a una persona, se lo demostraba, le era fiel y ponía todo de mi parte, por qué esa persona me lo pagaba dejándome o poniéndome los cuernos, era algo que no comprendía, no comprendía por qué si yo quería a una persona, esa persona acaba por desaparecer de mi vida. Pero un día lo logré entender, comprendía que si la vida te quita algo, es porque te dará algo mejor., algo que de verdad te merezcas. 

Y un día llega esa persona, esa persona que solo creías que existía en tus mejores sueños, esa persona que con una simple mirada te hace sentir segura, especial.. esa persona a la que en cuanto te despides de ella ya la echas de menos, esa persona que tú, sin darte cuenta, llevabas buscando toda tu vida, y que al conocerla entiendes la razón del porqué nunca antes funcionó con ningún otro.

No valoramos algo hasta que nos falta

Hoy estoy viva, y a nadie parece importarle, nadie me dice que me quiere, que le importo, nadie me regala su mejor sonrisa, nadie me regala una rosa, ni siquiera de esas que venden los Pakistaníes por 30 céntimos, nadie me dedica una carta o algo diciéndome que soy importante o lo que significo para ellos... pero si mañana muriese estoy segura de que de repente todo el mundo estaría muy unida a mí, todos me dedicarían unas palabras llenas de sentimientos, no me regalarían una rosa de 30 céntimos, me regalarían un ramo completo de 30 euros, todo el mundo juraría quererme, todos dirían que no saben que hacer sin mí... ¿Y de qué me sirve todo eso? Si cuando me lo digan yo no lo oiré, yo no podré hacer nada, yo ya estaré muerta. Por eso te digo que si quieres a alguien demuéstraselo, si te importa, díselo, mañana puede que ya sea tarde, y todo eso que deseas decirle esa persona ya no podrá escucharlo porque ya no estará aquí.

¿Y si no te hubiese conocido aquel día?

Durante mucho tiempo ha pasado por mi cabeza la duda de qué hubiera pasado si no te hubiese conocido aquel día, lo he pensado miles de veces, , miles de noches, miles de días, esa pregunta ha sido mi insomnio durante muchas noches, ha sido mis lágrimas en más de una ocasión, pero ha pasado tiempo, mucho, quizás demasiado, y por fin me he dado cuenta de una cosa, o quizás tan solo es lo que me he resignado a creer, no lo sé, pero creo que si esa tarde hubiese decidido no ir a aquel lugar, si hubiese decidido quedarme en casa, eso no habría cambiado nada, tarde o temprano hubiéramos acabado coincidiendo. Estábamos destinados, destinados a conocernos, a querernos, ha hacernos daño y acabar sin poder mirarnos a la cara, acabar por ser dos desconocidos que se conocen jodidamente bien.

Cambios

Mira a tu al rededor ¿recuerdas cómo era todo lo que ves hace tres años? ¿te das cuenta de cuanto a cambiado? ¿serías capaz de decirme cuándo cambió? Todo cambia, los cambios son algo inevitable en esta vida, a medida que el tiempo pasa las cosas cambian y las personas también, tú incluido. Las personas cambiamos desde el momento en el que nacemos hasta el último segundo de nuestras vidas, es algo que está fuera de nuestro control, aunque no queramos, pasa, con cada decisión que tomamos cambiamos un poco, con cada persona que conocemos, cambiamos, con cada experiencia, ya sea buena o mala, cambiamos de un modo o de otro. Pero los cambios no son malos, al contrario, los cambios nos hacen tener un pasado, y no aseguran un futuro. No hay cambios malos ni buenos, tan solo hay cambios apropiados para un entorno y los desapropiados para dicho entorno.Nunca le temas a cambiar, tu entorno no será igual dentro de cuatro años ¿por qué tú ibas a tener que ser igual? Los cambios nos hacen ser quienes somos, nos hacen pensar como pensamos, a medida que maduramos vamos cambiando. Y si quieres saber si vas por buen camino solo pregúntate una cosa a ti mismo: La persona que eras con ocho años ¿estaría orgullosa de cómo eres ahora? 

Volver a los viejos tiempos

Por favor, no desaparezcas totalmente de mi vida, te lo suplico, no sin antes hacerte saber que eres la única cosa que ha estado en mi mente todo este tiempo, y quiero que lo sepas, quiero volver atrás, a los viejos tiempos, cuando el teléfono sonaba y sabía que eras tú, quiero volver a hablar, volver a reír, a mosquearme en esas peleas provocadas por tonterías, tal y como lo solíamos hacer. Quiero que me vuelvas a besar, como lo solías hacer, como si me hubieses echado de menos, como si me necesitases. 

No quiero que me veas así, destruida, acabada, porque tú sabes bien que yo no soy así, han habido momentos en los que he estado bien, pero no te mentiré, desde que te fuiste he estado perdida, y todo esto, cada vez que te veo se vuelve más y más intenso.

Tú eras la única cosa que quería, tú fuiste a la única persona que dejé amando y eres el único al que he estado necesitando todo este tiempo, no soporto más esta soledad que me abraza desde que tú no estás aquí. 

Verte y desear ir corriendo a donde ti, darte un abrazo de esos que por mucho que duren parecen cortos, que se impregne tu olor en mí, que me salten las lágrimas por haberlo hecho después de tanto haberlo deseado y decirte al oído lo mucho que te quiero y lo mucho que te he echado de menos, pero no, en vez de eso, me quedo en una esquina, incapaz de mantener ni contacto visual contigo, con miedo a parpadear porque mis ojos se llenan de lágrimas, con una sonrisa falsa, deseando oírte decir un simple hola que vaya dirigido hacia mí, recordando todos esos momentos vividos e intentando mentalizarme de que no volverán a ocurrir. Así es mi día a día. 

Mucha gente dice que es imposible que sigas enamorada de alguien con el que ni hablas, al que ni ves, con el que no tienes ningún tipo de relación. En ese momento me puse a pensar, ¿Y si lo que en realidad me pasa es que no he encontrado a nadie que valga la pena? ¿Y si creo estar enamorada de ti, por el simple motivo de ser el único que no me ha fallado? Quizás hayas cambiado, quizás solo esté enamorada de cómo me hacías sentir, de los recuerdos... quizás tú ya no seas como yo recuerdo, ha pasado mucho tiempo, los dos habremos cambiado, yo la primera, ya no soy esa chica que se ilusiona fácilmente, pero en lo que no he cambiado es en mi buena memoria, y sigo recordando con una fría precisión cada palabra nuestra, cada abrazo, cada beso... Tengo miedo ¿sabes? Tengo miedo de no ser capaz de volver a amar a nadie más, porque una parte de mí se niega a creer que no vas a volver, una parte de mí tiene miedo de olvidarte, porque no sabe lo que habrá detrás de ti, no sabe si es una desconsoladora soledad o una felicidad eterna... También tengo miedo de que esto haya pasado de ser amor a una obsesión, tengo miedo de no volver a ser quien yo era, quien yo creía ser. 

Para ti
Ya ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste, pero el calor de tus abrazos aún lo siento en mí, esa sonrisa tranquila y feliz que tenías, no la olvido, esa mirada que tú tenías se ha grabado en mi memoria mejor que el más duradero tatuaje. Para ti son todos y cada uno de mis besos, ya que mereces el más claro paraíso, para ti, las más bonitas flores y aunque estés cada vez más lejos, sigues viniendo conmigo a todas partes. Me enseñaste a tener los pies en la tierra, aunque yo ya lo sabía, al estar contigo se me olvidaba, solo tenía pájaros en la cabeza y tú soltaste a todos ellos. Tener que volver a decirte adiós, aunque yo no quiera. Y voy a intentar no sentirme sola, aunque tú no estés conmigo. Si no te veo, gritaré tu nombre. Y con la misma fuerza de las olas, te diré: Siempre te recordaré como lo mejor que tuve. 

¿Sabes? Él me hacía sentir guapa, especial distinta... me hacía mejor persona, en todos los sentidos, y lo dejé escapar, mejor dicho, hice que se fuese y ojalá tengas razón y un día sea capaz de perdonarme y darme una segunda oportunidad, de verdad te lo digo, no sabes cuanto le echo de menos, cuanto me acuerdo de él, cuanto le necesito, a él, a sus mensajes, sus llamadas, sus besos... es indescriptible todo lo que fue capaz de hacerme sentir en tan poco tiempo, en increíble, que aún habiendo pasado ya más de un año le siga amando, porque sí, no le quiero, le amo, que ha sido a la única persona a la que le he dicho "te quiero" en persona. Que, joder, le necesito, aquí, a mi lado, por siempre. No sabes como duele, no sabes como duele salir de fiesta con la esperanza de verle y no hacerlo, no sabes como duele llorar con una foto, no sabes como duele leer conversaciones antiguas y sentir que te rompes por dentro... no sabes cuanto le echo de menos y necesito, y  es que no sé por qué no me meto en la cabeza que jamás volveremos a estar juntos, que él ya ha elegido, tal y como yo elegí en su día perder a quien más quiero, y no te haces a la idea de lo culpable que me siento por esa maldita decisión.

Ajedrez

Desde pequeños jugamos a juegos para evadirnos de la realidad, lo hacemos de una forma subconsciente y cuando crecemos lo seguimos haciendo, en una relación, incluso antes de empezarla, es un juego, es una competición: si tú has tardado tres minutos en contestar yo tardaré cinco, si tú no me has llamado hasta el lunes no te cogeré y no devolveré la llamada hasta el miércoles, si tú no me saludas, yo no te saludo...

Y es que una relación es algo así como la ajedrez, es un intervalo de tiempo lleno de estrategias para hacer tambalear al otro, para hacerte tú más fuerte y acabar saliendo victorioso, pero no debemos olvidar que la ajedrez es un juego de guerra, y en una guerra, ni quien sale victorioso, gana, puesto que en esa guerra ha perdido parte de si mismo. 

Falsedad

Todos odiamos a la gente falsa, esa gente que se comporta de una forma diferente a la que en realidad es, pero ¿cuántos de nosotros hemos fingido estar bien, hemos fingido que todo iba bien cuando lo único que queríamos era llorar? ¿Cuántos de nosotros hemos mentido a amigos, familiares e incluso a nosotros mismos diciendo que no pasaba nada, que todo estaba bien, que lo único que pasaba era que estábamos cansados, mientras nuestros ojos se cristalizaban y sentíamos miedo de parpadear por si una lágrima se precipitaba por nuestro rostro? ¿Cuántos de nosotros hemos repetido una y mil veces que ya hemos olvidado a una persona a la que seguimos recordando nada más despertarnos? 

Yo creo que todos somos falsos, no siempre, no con todos, pero todos hemos fingido sentir o ser quienes no éramos en alguna ocasión, por el simple hecho de no preocupar a los demás, de no ser pesados o incluso para no ser rechazados por esas personas que consideramos nuestros amigos. 

Quizás no haya una intimidad más que la de dos miradas que se cruzan con firmeza y determinación, y sencillamente se niegan a apartarse. 

Hoy es un día más, uno como lo fue ayer y como lo será mañana, todos son iguales, uno detrás de otro.. pero desde que no estás aquí no espero a que llegue un día, una hora... nada, ya no espero nada del día a día, no espero nada de la gente, ni tan siquiera espero nada de mí. No sé si tú te acuerdas tanto de mí como lo hago yo, hace más de un mes que no te veo, y lo entiendo, necesitas tiempo, pero entiende que es difícil ver pasar el tiempo sin poder decirte cuanto te quiero, cuanto te echo de menos.
La verdad es que ya nada a vuelto a ser lo mismo, ya nada me ayuda, ni tan siquiera poniendo el volumen de la música a tope consigo callar a mi cabeza. Sé que la cagué en su momento, y la sigo cagando cada vez que pienso en ti, pero es que intento convencerme de que no le has puesto punto final a nuestra historia, intento pensar que aun me quieres, que aun me echas de menos. 
Sigo siendo la misma idiota que conociste aquella tarde y siguen brillando mis ojos de un modo especial cada vez que veo nuestra foto... nuestra foto... dios... eso es todo lo que me queda, una foto, una puñetera foto.. ¿cuántas veces me habrá visto llorando esa imagen? 
Fui una idiota al dejar que te marcharas, al descuidarte, al no intentar arreglarlo, al mandarlo todo a la mierda por no querer hablarlo, por no querer intentar solucionarlo, y sé bien que llorabas por ello y créeme que jamás me lo perdonaré.
Empiezo a preocuparme un poco, empiezo a pensar que esto no se lo escribo a nadie, que ya no te acuerdas de mí, que ya no me lees, dijiste que necesitábamos una escusa... ojalá pudiera esperarla sin necesidad de llorar, en serio te lo digo, y te entiendo, y sé que me lo merezco, eso es lo que más daño me hace.
He pensado tantas veces en esto, en lo mal que me porté contigo, en lo mal que hice las cosas.. y todas esas cosas me quitan el sueño. La verdad es que te admiro ¿cómo conseguirte pasar por esto y seguir sonriendo? 
Eres tan fuerte pequeño, te echo tanto de menos... sabes bien lo cabezota que soy y sabes bien que si un día decidieses volver estarán mis brazos abiertos para ti, solo para ti.
Estoy yendo de mal en peor, pero ya lo sabes, si no cuidas tú de mí no lo hago yo, mucha gente me dice que te olvide, que pase página, que te perdí, que no hay vuelta atrás, pero ellos no saben lo que siento, ellos no saben lo que me duele tan solo plantearme eso.
Tengo tantas ganas de abrazarte, de besarte y no tengo tiempo, puedes pensarte todo bien, yo estaré aquí si decides volver, si no te he olvidado en más de un año, ¿qué les hace pensar que ahora lo voy a hacer?
Te juro que he cambiado y ahora valgo algo, he aprendido a apreciar las cosas, he dejado de guardarme todo dentro y he conseguido superar todas aquellas cosas que nos separaban. Me dicen que te has ido, que nunca volverás, que ahora tan solo eres un buen recuerdo, pero bueno, yo no sé ellos, yo al menos te seguiré escribiendo.

A riesgo de volver a hacer la idiota escribo esta "carta" desde el corazón, lejos quedo la razón y el orgullo, más lejos que lo que un día nos unió a los dos. De nuevo soy tuya aunque siempre lo he sido, son más que palabras lo que ahora hablan por mí, no sé si me explico, estoy acabada, tumbada en un banco, llorando por ti. 
Yo, sola, callada, mientras mi mente grita, volando en el cielo, cogiendo tu mano, viviendo otra vez nuestro cuento perfecto, soñar que despierto y que por fin te vuelvo a tener a mi lado.
No sé caminar hacia ninguna parte, solo sé escribir, extrañarte, llorar, caer, solo vivir sin ver nada delante, viendo el pasado como mi presente.
Tengo nuestra foto guardada y gracias a ella no fallan las fuerzas, qué voy a decir que no sepas, no he visto mirada mas tierna y dudo que algún día la vea, ya que dudo que exista.  
Que le jodan al mundo si ya no te tengo, nadie como tú, te lo juro, no encuentro futuro perfecto, desapareció, más que por imbécil fue por necia.
¡TE QUIERO! No sé si lo entiendes, te quiero conmigo por siempre, hacer de esta vida algo que nunca olvides, conseguir hacerte creer en que finales felices existen, quiero poder escribir textos alegres por fin, casarme en las vegas yo Peach tú Mario, gritar al destino que quiso joderme y que ya no hay manera de poderme hundirme, perdiendo de vista a problemas, besos, poemas, abrazos, caricias sin más, ni abrigos, ni penas, tampoco maletas, comprar un billete de ida a la luna, es con eso con lo que sueño cada noche, cada día. 
Espero que lo leas pequeño, tendrás que perdonar de nuevo, lo siento, si digo solo que te quiero es difícil de expresar con palabras todo esto, todo lo que siento. 

Las personas que se aman siempre terminan por encontrarse, así que me preguntaba a menudo antes de dormirme por las noches si tú también pensabas en mí cuando yo pensaba en ti. 

Volver atrás

Eres tú, eres la única cosa que ha estado en mi mente todo este tiempo, desde que te fuiste yo he estado perdida, te lo diré una vez y te dejaré en paz de una vez, pero quiero que sepas que quiero volver, a los viejos tiempos, cuando sonaba mi móvil y sabia que eras tú, quiero volver a hablar y gritar al verte, quiero esas peleas por nada, como lo solíamos hacer. 
Bésame como si te importara, como si no me hubieras olvidado, como si me extrañaras, porque aunque estés con ella yo sé que lo haces. Quiero volver, volver contigo. 
No te preocupes por mí, he estado bien... Bueno ¿sabes? No mentiré, he estado perdida, perdidísima desde el día en el que te dejé ir o más bien te eché, y cada vez que te veo, esta sensación se vuelve más intensa. 
Tu eras la única cosa que quería y eras el primero de que me enamoré y  eres el único del que sigo necesitando. 

Quédate. 
Bueno, es bueno volver a escuchar tu voz en mi cabeza, espero que estés bien. Y si por casualidad alguna vez te lo preguntas, estoy sola aquí esta noche, perdida aquí, en este momento y el tiempo sigue pasando, y si pudiera tener tan solo un deseo, te tendría a mi lado. Te extraño...te necesito... 
Y te quiero más de lo que lo hacía antes, y si hoy no te veo nada ha cambiado, nadie puede ocupar tu lugar se hace más difícil cada día. Te digo que te quiero más de lo que ya te quería, y siento que sea de esta manera, pero estoy volviendo al amor, volveré al amor, y si me pides que me quede me quedaré.
Bueno, intento vivir sin ti, las lágrimas caen de mis ojos, estoy sola y me siento vacía, estoy destrozada por dentro. Levanto la vista hacía las estrellas, esperando que tú hagas lo mismo, de laguna manera así me siento más cerca de ti y puedo oírte decir que no me has olvidado.No quiero perderte nunca, y si pudiera elegir te elegiría a ti. Así que quédate, por favor, quédate para siempre, eres al único al que me aferro y mi corazón se va deteniendo sin ti.

No te olvides
¿Has olvidado que yo aún seguía viva? ¿Has olvidado todo lo que alguna vez hemos tenido? ¿Lo has olvidado? ¿Te has olvidado de mí? ¿Te arrepentiste de estar siempre a mi lado? ¿Has olvidado lo que estábamos sintiendo por dentro?... Ahora solo me queda olvidarme de nosotros.
Pero en algún lugar nos salio mal, una vez fuimos tan fuertes... Nuestro amor parece una canción  no puedes olvidarte al cien por cien de él, siempre quedará algo en tu memoria. 
Así que ahora supongo que aquí es donde tenemos que estar lamentándonos de todo, queriendo hacer como que lo hemos superado.
Lo teníamos todo, estábamos apunto de caer aún más en el amor, más de lo que ya lo estábamos, no te voy a olvidar, no voy a olvidar lo nuestro.

Y al fin todas las fotografías han sido quemadas de mi corazón, junto a todo el pasado, pero aun así no consigo olvidarme de nosotros.
Y nuestro amor, que era como una canción pegadiza, de esa que por mucho que la odies, que la intentes olvidar, sigue en tu memoria, es una canción que tú no vas a poder cantar, porque te has olvidado, nos has olvidado. 

Al igual que ayer hice
Como ayer te busqué en el doble fondo de mi corazón y encontré nostalgia de ti y soledad. Comencé a llorar estas líneas bañados en amor, quiero volver a dormir sabiendo que a la mañana tendré un mensaje tuyo. 
Desahucie tus besos de mi memoria y digo adiós, te dejaré marchar...
Duele tanto vivir, duele siempre que tú no estés aquí, conmigo, necesito tu olor, necesito tu calor, tus besos...
Quiero archivar mi dolor en el doble fondo que hay en mi memoria. 
Igual que ayer me perdí en el laberinto al caminar sin ti. Dime mi amor si te acuerdas de mí, de nosotros.
Tú me preguntabas si esto sería para siempre, y yo ahora te digo que siempre te llevaré conmigo. 
Pinto amaneceres sin saber cual veré contigo.

Felicidades "pequeño"
Que hoy es tu día, y hace un año exactamente te dí una carta, hoy no puedo escribirte una, ya que bueno, la situación no es la más apropiada. En esa carta te prometía amor eterno, una eternidad que acabó teniendo su fin a lo que no llegaron a tres meses. Hoy ya hace un año que estuvimos y te dije que te quería, que estaríamos siempre juntos... miles de promesas que rompí, y hoy recuerdo esos días con nostalgia, aquel banco, aquella ventana, aquel señor... me sacan sonrisas al recordarlo, pero también provocan que se me resbale una pequeña lágrima por mi mejilla, mi blanca mejilla. Han cambiado muchas cosas desde aquella carta, desde aquellos mensajes a las mañanas, desde aquellos viernes, desde aquellas llamadas... Te echo de menos, hoy ayer y mañana, siempre lo haré. Dieciséis ya... que mayor te vas haciendo, y yo ya no estoy ahí para verte crecer, no estoy ahí para cumplir mis promesas. Te quise, te quiero y te querré, siempre serás lo mejor que tuve y tendré. Duele tanto vivir sin ti... necesito tu presencia. 
Felices dieciséis, no te olvido, nunca lo haré, y respondiendo a tu suposición, no, no fue fácil mandarte aquel mensaje.
Te quiero.
Pd; He escrito esto en tu color favorito, naranja yema de huevo, o al menos lo más parecido que hay, un beso. 

Te juro que he intentado olvidarte
No puedo, cada canción, cada frase, cada película de amor me recuerda a ti, a mí, a nosotros. Me enamoré  y no puedo olvidar que eres todo lo que siempre he estado buscando. Puede que sí, que dentro de un tiempo encuentre a otra persona que me haga feliz, tal y como tú has hecho, pero te juro que nadie, nunca me hará sentir como tú conseguías hacerme sentir, feliz, segura...única. Esas sensaciones, me temo que nunca volverán a mí de la manera en las que las llegué a sentir gracias a ti.. Sigo pensando que todo a sido un sueño, que estamos un año atrás y que el viernes te volveré a ver, pero no es así, ya ha pasado el tiempo y las cosas han cambiado, han dado la vuelta. Eras mi única alegría, siempre seguirá viva nuestra llama en mi corazón, en nuestro banco. Eres lo mejor que tuve y lo mejor que tendré jamás en esta vida, por mucho que nos separe, el corazón no cambia de opinión, sigues siendo el motivo por el cual sigue latiendo, por la esperanza de que vuelvas a ser tú el causante de que lata más rápido. Quiero volver a quererte hasta que duela, susurrarte que te quiero, decirte que nunca volverás a perderme, sentir mariposas en el vientre... pero me temo que todo quedará en eso, en un deseo que jamás se verá cumplido. 

¿A quién pretendo engañar cuando digo ese "bien" cada vez que me preguntan qué tal estoy?  
Quizás mintiendo, quizás diciendo que estoy bien, que lo he superado, que no me marcaste tanto, que no te echo de menos, que no te necesito.. quizás digo eso en un intento desesperado de autoconvencerme, de salir de este pozo oscuro, de esta soledad que me queda sin ti. Pero no es así, no funciona, sigo llorando al recordarte, al nombrarte. Muchos pueden que no lo entiendan, que no comprendan que significabas tanto, puede que ni tú lo entiendas, y en parte creo que yo tampoco lo hago, pero de una forma u otra así es. Creo que voy a acabar volviéndome más loca de lo que ya estoy de fábrica, sigo esperando ese mensaje tuyo que me diga... no sé, realmente no sé lo que quiero que ponga, y puede que me dé un poco igual, puede que lo único que quiera sea recibirlo, leerlo, saber de ti, que estas bien, que sé que lo estás, pero no sé, necesito... necesito.. te necesito, nada más que eso, solo a ti. 

Prométeme que no olvidarás nuestras risas, nuestras bromas, nuestros paseos, nuestras palabras, nuestras canciones, nuestro día, nuestra fecha, nuestros abrazos,nuestro banco, nuestra frase, nuestras palabras, nuestras conversaciones, nuestros mensajes, nuestras llamadas, nuestros regalos,  nuestro planes, nuestros besos, nuestras lágrimas, nuestros recuerdos, nuestras experiencias.. prométeme que nunca me olvidarás. 

No sé si será un adiós o un hasta luego
Supongo que tienes razón, todo ocurre por algo, y nuestra oportunidad ya pasó, lo único que intento es no dejar que esa herida cicatrice, sigo hurgando en ella cada vez que pienso en ti, cada vez que hablamos, cada vez que releo nuestras conversiones... Hasta ahora no me había dado cuenta, pero supongo que quería mantener un mínimo de relación, lo necesitaba. Pero no me daba cuenta de lo que ello acarreaba, no me daba cuenta de que por mi capricho, por mi egoísmo te estaba haciendo daño a ti, a ella y para qué engañarnos, a mí también. Siempre has sido tú el listo de nosotros dos, te lo decía antes y te lo digo ahora, por mucho que no lo quieras admitir, eres el único entre los dos capaz de pensar con claridad, desde la objetividad. Así que bueno, supongo que tal y como tú me has dicho, ¿qué me dice que no se vuelva a presentar la oportunidad de hablar? ¿La verdad? Dudo mucho que eso pase, pero han pasado demasiadas cosas que yo creía imposibles, así que por una más no me voy a extrañar. Voy a echar de menos encontrarme esa notificación verde arriba a la izquierda cada vez que me conecte, voy a echar de menos esas sonrisas que me sacabas con chorradas que yo ya tenía olvidadas, voy a echar de menos... te voy a echar de menos.
Espero que en ahora en delante todo te vaya bien, que seas feliz con ella que te lo mereces, en serio, que te rías, que des saltos de alegría, que la beses, que la abraces... que la hagas tan feliz como me hiciste a mí hace ya demasiado tiempo.
Y sí, esto es una despedida, ya sabes como soy, me pongo a escribir y me salen las cosas solas, aun así necesitaría mil páginas para explicar todo lo que lo que lo siento, todo lo que voy a echar de menos todas y cada una de tus rarezas.
No sé si será un adiós o un hasta luego, eso lo decidirá el futuro, el destino de  nuestros caminos, dependerá de si se vuelven a unir o no.
Cuídate. 

Leer conversaciones viejas nos enseña a saber si por fin lo tenemos asumido, a que las promesas no se cumplen, que los "para siempre-s" se acaban en dos días, que un "sin ti no podría vivir" es relativo, que la palabra escrita, en papel se queda y la dicha se la lleva el aire, que un sentimiento puede morir o simplemente haber sido actuado, que quien se va no regresa, que las cosas cambian en un abrir y cerrar los ojos, que los sentimientos mientras en uno desaparecen en la otra persona le van matando poquito a poquito.

Sal de mi cabeza y entra en mi cama.

Lucho por ser esa luz capaz de alumbrar la oscuridad, pero no lo consigo. Me caí contra el suelo más de una vez, pero siempre conseguí levantarme, aún así cada noche se me cae el mundo al suelo desde que tú no estás aquí, conmigo. Estás en mi cabeza, en todos mis sueños, deseos... pero ¿por qué no estás en mi realidad? No me dí cuenta de cuando comenzamos a separarnos, solo sé que ahora estamos cada uno en un extremo, con una inmensidad de secretos, de mentiras, de rencor, de orgullo... en medio, y de momento ninguno de los dos somos capaces de cruzarla.