martes, 1 de enero de 2013

Sal de mi cabeza y entra en mi cama.

Lucho por ser esa luz capaz de alumbrar la oscuridad, pero no lo consigo. Me caí contra el suelo más de una vez, pero siempre conseguí levantarme, aún así cada noche se me cae el mundo al suelo desde que tú no estás aquí, conmigo. Estás en mi cabeza, en todos mis sueños, deseos... pero ¿por qué no estás en mi realidad? No me dí cuenta de cuando comenzamos a separarnos, solo sé que ahora estamos cada uno en un extremo, con una inmensidad de secretos, de mentiras, de rencor, de orgullo... en medio, y de momento ninguno de los dos somos capaces de cruzarla.

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