martes, 18 de septiembre de 2018

Me prometí no volver ha hacerlo, se lo prometí a mi madre, a quien era mi mejor amiga, a las personas que en ese momento importaba y me importaban, estoy luchando, luchando por sacar todo fuera de esta manera, escribiendo, pero no hay forma, no consigo quedarme agusto, no consigo sacarlo todo, lo necesito, necesito hacerlo, sé que no está bien, sé que no es lo correcto, pero me aliviaba joder, conseguía disminuir esta agonía que tengo dentro, conseguía calmarme, conseguía limpiarme por dentro cuando las lágrimas dejaron de ser suficientes. Recuerdo el tacto, la sensación, la liberación... Y no sé si voy a aguantar mucho más, pero acabe como acabe, quiero que tengas presente que lo intenté.

¿Sabes? Casi lo consigues, has estado a punto de convencerme, de hacer que me abriese a ti, de que confiase en ti, de que te creyese, de quitarme los mil y un muros que tengo a modo de defensa. Pero la cagaste, la tuviste que cagar ¿cómo no? ¿Por qué llegué a pensar por un mísero instante que ibas a ser diferente? ¿Cómo pude llegar a tan siquiera plantearme confiar en ti?
Incluso llegué a sentirme mal, mal por no hablarte de mí, mal por seguir sin contarte cosas cuando tú parecias contarme todo, sentí que te estaba haciendo daño, que ilusa fui joder ¿es que no he aprendido nada todavía? ¿Cuánto más me tienen que hacer mierda para que aprenda la lección? 
Quizá no tenga derecho a sentirme así, quizá esté siendo totalmente egoísta y esto sea un sinsentido, quizá empecé a subirte a un pedestal que en realidad nunca te ganaste ni mereciste, quizá, ha sido culpa mía, pero tranquilo, una vez me es suficiente como para aprender la lección. 
Solo puedo darte la enhorabuena, me hiciste dudar, me hiciste plateármelo, y eso es mucho más de lo que otras personas pueden decir, así que enhorabuena, eres mejor fingiendo que yo.
Ah, y gracias, gracias por darme la solución, por darme la respuesta, gracias por darme ese último empujón que me faltaba.
¿No me preguntabas si alguna vez escribiría por ti? Aquí lo tienes, espero que lo disfrutes.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Estoy en una puta encrucijada, patece que mi camino aquí ha acabado, hasta ahora casi todo había sido una recta, seguir hacia delante, sin casi planteármelo, sin apenas cambios, pero se acabó esa etapa, estoy en frente de una bifurcación, y el camino que tome ahora, parece que vaya a marcar gran parte de mi vida; o quizá toda. No va a haber marcha atrás, no va haber sergundas oportunidades, no va a haber retorno. El camino que escoja, no sé qué me deparará, no sé cuál me conviene, no sé cuál quiero... No sé lo que quiero.
Me agobio, me agobio porque veo que los días avanzan, avanzan arrastrándome con ellos y cada vez me queda menos tiempo para decidir. Cuando parece que he tomado una decisión, vuelven las dudas, vuelve el miedo a equivocarme, vuelve la inseguridad. Tic-tac el timpo corre y no espera a nadie...