¿Y si te dijese que te quiero?
lunes, 18 de septiembre de 2023
Frenar
viernes, 25 de agosto de 2023
Tu gran amor
sábado, 12 de agosto de 2023
Los tres grandes amores
sábado, 26 de noviembre de 2022
Has vuelto.
Has vuelto, cuatro años después te han vuelto a ver, te han vuelto a ver por esas calles por las que hasta ayer yo me sentía segura, protegida y feliz. Te han vuelto a ver pasando como si nada, como si no destulleses todo y a todos a tu paso, como si no me hubieras destruido a mí cuatro años atrás.
Has vuelto, y has traído contigo mi miedo, una vez más, mi miedo a cruzarme contigo, a recibir un mensaje tuyo, una llamada. Mi dolor no había desaparecido, solo lo había olvidado, lo había guardado en lo más profundo de mi ser y junto a él mi impotencia al ver que da igual cuántos años pasen, cuántas personas, cuántos días sin saber de ti, que un solo mensaje me regresa a cuando tenía 16 y convertiste mi realidad en un infierno, un infierno que solo te deseo a ti. Un infierno en que se te olvida reír, se te olvida vivir. Un infierno en el que tú eras el rey y yo... Yo solo era una pieza más, una pieza que hiciste que encajara a golpes, gritos y amenazas, una pieza rota. Una pieza que jamás quiso formar parte.
Has vuelto, no sé para qué, ni durante cuánto tiempo y eso es lo que más miedo me da, el no saber, el no poder preparame, el no poder controlarlo y que tú, sin saberlo, seas capaz de controlarme a mí, una vez más. Las preguntas taladran mi cabeza, el miedo me acelera el corazón, tu imagen me persigue cada vez que cierro los ojos y un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Vuelvo a sentir esa adrenalina recorriendome como la sentía cada vez que sabía que estabas enfadado, cada vez que escuchaba tus pasos o cada vez que te oía decir mi nombre.
Has vuelto, y yo solo me quiero ir, solo quiero desaparecer, solo quiero no compartir el mismo lugar que tú. Había olvidado lo que era salir a la calle buscando tu cara entre todas las personas que me rodean rezando por no encontrarla, escuchar todas las voces esperando que ninguna sea la tuya, respirar con la necesidad de que no me llegue tu olor.
Has vuelto, y has traído contigo todas las conversaciones que tuvimos, todos los momentos que vivimos.
Has vuelto y parece que todos mis días de terapia han desaparecido, que no pueden convivir contigo. Y yo tampoco puedo.
Has vuelto y no es justo, no es justo todo lo que tuve que hacer para sacarte de mi vida, de mi cabeza, todo el trabajo que me ha costado, sacrificios, llantos, enfados... Para que tú, con solo quererlo vuelvas a estar aquí.
Has vuelto, y ya no puedo fingir que no existes, no puedo hacer como que fuiste alguien de una vida pasada, de otra yo, no puedo seguir ignorando el hecho de que sigues respirando, que sigues haciendo tu vida como si jamás hubieses hecho la mía trizas.
Has vuelto.
domingo, 17 de enero de 2021
Tenia tanto dolor dentro de mí que al final acabé por causarlo, no era consciente de que a cada caricia que daba, en vez de sanar rajaba, como si de una cuchilla se tratase, como si fuese un cacho de cristal desquebrajado, lleno de salientes afilados. Aparentando ser la primavera pero con un invierno en los ojos; una mirada fría y vacía.
De tantos golpes que recibí acabé teniendo sabor a vacío, un vacío que llevaba dentro, ese abismo al que tanto había soñado saltar, acabé teniéndolo dentro de mí.Hasta que me di cuenta de que nadie podría sabarme, porque ni siquiera era consciente de que necesitara ser salvada, me convertí en esa arma que tantas veces deseé poseer, acabé siendo yo, afilando cada arista, un arma que usar en caso de emergencia. Porque a la hora de la verdad, solo nos tenemos a uno mismo.
El problema no fue que mi conversión, si no el hecho de haber conseguido algo que siempre añoré tener, si no el hecho de que no sabía usarla.
Pero en esa perspectiva que te regala el tiempo me enseñó, me enseñó a acariciar con mis lados suaves, porque hasta el cristal más roto tiene lados que no cortan, aprendí que no estoy rota, que estoy afilada, pero también que puedo acariciar, que puedo ser ambas, que siempre lo fui y que ahora, sé cómo usarme.