Se supone que tenemos que perseguir nuestras metas, seguir el camino, luchar por lo que queremos... y no digo que no sea así, pero también es importante el saber frenar, el tomarte un respiro, el mirar lo que tienes, lo que has conseguido, regodearte viendo todo lo que has avanzado.
Llevo tantos, pero tantos años con miedo a pararme, con miedo a frenar, con miedo de dejar de pensar en el siguiente paso que no sé cómo hacerlo ahora. Siempre he tirado, dando igual las circunstancias, nunca me he dado por vencida, siempre pensando en el siguiente paso y en las mil formas posibles de darlo, sin pararme a pensar si de verdad ese era el paso que yo quería dar o simplemente era el que se suponía que tenía que dar.
Necesito parar, necesito un tiempo, necesito un confinamiento mental, necesito la paz. Quiero dejar de correr, hace mucho que no tengo nada de lo que huir, y hace no tanto que me reconcilié con mi pasado y dejó de darme miedo.
Es momento de cuidarme yo, enorgullecerme de todo lo que he construido sin miedo a que si paro, vaya a desaparecer, porque no va a pasar, porque si eso se destruye será porque yo lo he querido hacer y volver a empezar desde cero, y es que, nadie a muerto nunca por volver a empezar.
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