domingo, 15 de julio de 2018


Hemos empezado a vivir demasiado pendientes de qué dirá la gente, vivimos nuestra vida intentado encajar, pensando en el qué dirán o pensarán, en no ser judgados, o al menos no demasiado; nos hemos obcecado en luchar por la aceptación de las otras personas y hemos olvidado que la más importante es la nuestra. Y así es como acabamos perdidos, sin saber quiénes somos, cómo somos o cosas tan simples como qué nos gusta, pero no paramos de avanzar, con la leve esperanza de encontrar a alguien en el camino igual de perdido para así no estar solo, o lo que es peor, para no sentirnos solos; y no nos damos cuenta de que nunca lo estamos, nosotros somos nuestra mejor compañía, sí, es duro aceptarnos a nosotros, porque somos nuestro propio demonio, pero es mucho peor estar rodeados de personas sintiéndonos solos y vacíos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario