Crecer es algo que todos hacemos, debemos madurar, cometer errores, conocer gente, perder a otros, hacernos daño, reír, llorar, perdernos, encontrarnos... Por lo que ayer lloraste hoy te reirás, dónde un día tuviste miedo hoy es un reto superado... Pero ¿Y si no se quiere crecer? A mí nadie me dijo que crecer fuese obligatorio, que sería imposible quedarme estancada en una buena época, una de esas de las que hoy te acuerdas y sonríes, una de esas de las que revivirías mil veces, pero es imposible, no se puede, no se puede volver hacia atrás, si se pudiese viajar hacia atrás en el tiempo no tendríamos razones para seguir adelante, y jamás nos encontraríamos a nosotros mismos, jamás maduraríamos, pero ¿eso sería tan malo? ¿No dicen que la base de la felicidad es la ignorancia? ¿Y no es cierto que cuanto más inmaduros más ignorantes, por lo cual, más felices? ¿Y sí la verdadera receta para la felicidad es ser como Peter Pan y no crecer jamás?