Cincuenta cosas sobre mí, la primera sería... sería... en ese momento me di cuenta de que no sabía muy bien cómo definirme, me dirigí al baño, me miré al espejo y pensé "¿quién soy? ¿quién somos en realidad? ¿somos el reflejo de nosotros mismos? ¿somos el reflejo de lo que queremos ser pero que en realidad no acabamos de serlo? Usamos un escudo protector llamado personalidad o carácter, muchos se hacen los duros, otros se hacen los sensibles, pero ¿y si en lugar de hacerse se deshacen? ¿y si ese afán por agradar no hace más que destruirnos por dentro? Nos montamos nuestra burbuja, ¿yo soy así, o yo soy asa? Nos encanta regodearnos y fardar de lo que somos, de lo que hacemos, buscamos el continuo reconocimiento, lo cual es extraño, ya que el mundo está enfocado al más absoluto individualismo. Si no fíjate en cualquier parada de metro o de bus... o lo que sea, es más fácil contar a aquella gente que no tiene la barbilla pegada al pecho, mirando su smarphone, inmerso en alguna conversación banal o en alguna red social donde el más "cool" es el más cabrón. Aislándose de la gente que está ahí para hablar con alguien que no está ahí, muy lógico todo. Esto no es una queja, ni una crítica, yo no me excluyo de nada, es solo una observación. Buscamos constantemente el "check" verde que de fe de que todo lo que hacemos está bien. Mi ropa, mi casa, mi moto, mi móvil, mi trabajo, dinero, aquello que siempre bebo, la música que escucho mientras me ducho, lo que sueño, lo que pienso, las críticas que recibo, mi infancia, pelo, autoestima, mi primer beso, mi primer amor, mis amigos del pueblo, mi adolescencia, familia, viajes, conciertos, la primera vez que fumé un cigarro, la primera vez que fumé un porro, mi primera cerveza, borracheras, futuro, roturas, accidentes, mi vida... ¿Cincuenta cosas sobre mí? Pues vaya mierda.
-Yellow Mellow-
(Amoldado)
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